Ya han pasado unas semanas desde Nochevieja. ¿Qué fue de los propósitos financieros (y no financieros) en que pensasteis días, horas o minutos antes de que escucharais las campanadas? ¿Tenéis la sensación de que no se han puesto en marcha?
Todos nos hacemos propósitos cuando empezamos un nuevo año o una nueva etapa. Son tópicos dejar de fumar, hacer más ejercicio o, en el ámbito financiero, ahorrar más. Estadísticamente, a finales de enero en la mayoría de casos se quedan en eso: propósitos. Y pasados 11 meses más los volvemos a formular con el cambio de año. ¿Os suena?
Es importante que todo objetivo o propósito cumpla toda una serie de características. Hace muchos meses, en una de las primeras entradas de este blog, ya hablábamos de ello. Como en otras ocasiones, adaptamos métodos empresariales de éxito en el ámbito personal. Si os defendéis bien en inglés, podéis leer también un buen enlace al respecto.
Esta vez, sin embargo, me gustaría centrarme en el desarrollo de estos propósitos financieros. Queremos que se conviertan realidades.
Compromiso con los propósitos financieros
Quizás estás cansado de que el saldo pendiente de pagar a tu tarjeta de crédito esté siempre en máximos. O que a fin de mes todo lo que ganáis se haya gastado. Por si se os había olvidado, os lo recuerdo: sin compromiso para cambiarlo, en un año seguirá igual. La experiencia con clientes nos lo demuestra.
Si os es difícil comprometeros, imaginaos el coste de no hacer nada. A veces ayuda visualizar vuestra tarjeta de crédito riéndose de vosotros el próximo diciembre. Podéis substituir la tarjeta por el propósito que os hayáis hecho. ¿No os motiva conseguir que, al final, le hayáis ganado la partida?
Propósitos financieros pedazo a pedazo
¿Cómo os comeríais un elefante? Si pensáis en todo el animal, os podéis empachar antes de empezar. Por el contrario, podéis decidir iniciar el trabajo, por ejemplo, por un pequeño corte de la pierna de atrás. Centraros en aquella parte y, de momento, olvidad el resto. Una vez digerido el primer trozo, llega el momento de plantearos por dónde seguís.
Retomamos el propósito de rebajar la deuda de la tarjeta de crédito. Tal parece demasiado ambicioso dejar el saldo a cero de golpe. Pero igual es más alcanzable rebajar una parte ese mes que sabéis que normalmente no hay tantos gastos. Y otra cuando cobráis la paga extra, en su caso. Ayudará a todo esto hacer un presupuesto, tal como explicamos en este blog.
Del mismo modo que estáis leyendo esta entrada, en Internet podéis encontrar lecturas que os inspirarán y apoyarán. Informaros tanto como podáis. Dejad que os ayuden.
Disfrutad del proceso para conseguir los propósitos financieros
¿Tenéis por costumbre premiaros por los pequeños logros?. Os propongo que lo hagáis. De manera similar, vale la pena aceptar los fracasos. Son parte del camino hacia el objetivo final, y nos aportan valiosos aprendizajes.
Ambas formas de obrar son vertientes de una actitud mucho más importante, Se trata, en general, de disfrutar de los procesos de superación personal. En realidad, luchamos contra nosotros mismos, los verdaderos cambios van de dentro hacia fuera.
Profundizando en esta línea, quisiera referirme al agradecimiento. Es bueno agradecer los pequeños o grandes éxitos. Y también los obstáculos que nos vamos encontrando en el camino, porque cuando los superamos nos hacemos más fuertes.
¡Pongamos los propósitos financieros en marcha!
Mencionábamos más arriba que es muy interesante que os dejéis ayudar. No nacemos enseñados. En acOnseguir os acompañaremos en el diseño de un plan, pondremos a vuestra disposición recursos, os haremos ver los beneficios de cambiar algunos hábitos. Estaremos encantados de hacerlo si os ponéis en contacto con nosotros.