Durante los años que llevamos atendiendo clientes, en acOnseguir menudo nos hemos centrado en temas numéricos y presupuestarios. Necesitamos saber dónde estamos y dónde queremos ir. E intentamos reflejarlo en cifras. Hay muchas razones para hacerlo. Se podrían resumir en tomar conciencia de lo que hay y de lo que es posible si actuamos de una determinada manera. Ahora bien, sólo en contadas ocasiones hemos entrado en la cabeza de las creencias sobre el dinero. Al escribir sobre la suficiencia financiera encaramos este tema de una manera más profunda.
Mi inspiración vuelve a estar en los libros. Y, muy especialmente, en «El alma del dinero» de Lynne Twist. La autora dice que cuando somos capaces de poner en línea el dinero con nuestros más valores profundos, la relación que tenemos se convierte en un vehículo de transformación. Y, en un paso más allá, citaré de la misma fuente en Paul Zaiter. «Hay una ley natural de la abundancia que impregna el universo entero, y que no fluirá a través del camino de aquellos que creen en la escasez y la limitación».
Superar obstáculos hacia un estado financiero saludable
¿Alguna vez os habéis levantado con un «no he dormido lo suficiente» al que ha seguido un «no tengo suficiente tiempo»? Afirma Lynne Twist que la escasez es una gran mentira. En un mundo de abundancia y suficiencia financiera, las conversaciones (también las interiores) están dominadas por lo que no se tiene y por lo que se desea tener.
En esta línea, hay tres mitos especialmente relevantes en nuestra relación con el dinero:
- No hay suficiente, que nos lleva a hacer trabajos que no nos gustan o tomar decisiones de las que no nos sentimos nada orgullosos.
- Más es mejor, que apoya la cultura competitiva de acumulación, adquisición y avaricia que intensifica los miedos y acelera el ritmo de nuestras vidas.
- Así son las cosas y no hay salida posible, que apuntala la creencia de que nos conviene resignarnos.
Las tres verdades de la suficiencia financiera
En la universidad ponemos a menudo el ejemplo de Enron como modelo a evitar. Ciertamente, demuestra qué es lo que pasa cuando una cúpula directiva mira más por sus intereses que los de la empresa a la que se debe. En contraposición, podemos procurar nuestro beneficio a largo plazo y el de quienes nos rodean. Y, sobre todo, no necesitamos centrarnos tanto en el dinero en sí. Más bien conviene hacerlo en nuestras capacidades, relaciones, agradecimiento y otros recursos no monetarios. Cuando actuamos así, nuestra relación con el dinero bascula desde el miedo hacia una serie de posibilidades emocionantes.
Concretamente, en el libro al que me he referido se habla de las siguientes tres verdades:
- El dinero es como el agua, y lleva el sello de nuestra alma. Es muy grande nuestro poder como consumidores. Joan Antoni Melé, de Triodos Bank, dice algo muy similar en su «Dinero y Conciencia». Cuando elegimos qué compramos dejamos evidencia también de nuestros valores.
- Cuando prestamos suficiente atención a lo que ya tenemos y lo apreciamos, aumenta de valor. Como decía Buda, todo depende de las semillas a las que dedicamos nuestro cuidado. Si nos centramos en nuestra capacidad de generar, lo que tenemos crece.
- La colaboración crea prosperidad. No existe la distinción entre los que tienen y los que no, porque todos tenemos recursos diversos.
En definitiva, cuando invertimos nuestra energía en un sueño diferente, nuestra vida se transforma. Nuestro poder se manifiesta plenamente si apostamos muy fuerte. No hay nada como sentir que se es el lugar donde debe ser en el momento adecuado.
El poder de las conversaciones basadas en la suficiencia financiera
Una charla centrada en lo que es posible es una gran herramienta en tiempos de crisis. No importa de qué magnitud es el revés que se padece. Cuando soltamos la conversación del miedo y la angustia y se crea una basada en la suficiencia financiera, la ansiedad disminuye. Y tomamos el poder necesario para hacer frente a la situación.
Pueden ser inspiradores otros artículos de este mismo blog (por ejemplo, el relativo a merecimiento financiero), o la web de El alma del dinero.
Finalmente, dispones de nuestro servicio de Coaching en economía doméstica para que empieces a trabajar a partir de lo que tú puedes aportar desde tu suficiencia financiera para disfrutar de una economía más saludable.