El pasado sábado 2 de Julio el informativo TN Noche de TV3 emitió un reportaje, donde ha participado Eduard Gironella, sobre los cambios en las tendencias de ahorro y las precauciones que debemos tomar ante determinadas ofertas de las entidades financieras.
Este es el link al fragmento del programa.
El reportaje quiere incidir en el hecho de que en los últimos años los depósitos han ido reduciendo la rentabilidad, desde intereses del 3 al 5% de principios de la década hasta los actuales, que son cercanos a cero. Ante este panorama, las personas que cuentan con ahorros buscan alternativas para intentar sacar el máximo, y hay muchas entidades financieras que ofrecen los fondos de inversión como una posibilidad para obtener mayores rendimientos.
En realidad, de fondos de inversión hay de muchos tipos. Por ejemplo, tenemos:
- Monetarios, que invierten en renta fija muy segura a corto plazo
- De renta fija, que destinan sus fondos a emisiones de deuda pública o privada
- De renta variable, que están invertidos básicamente en bolsa
- Mixtos, con una parte en renta fija y otra en renta variable
De todos ellos, los que más probablemente están en condiciones de batir los rendimientos de los depósitos son los de renta variable y, como mucho, los mixtos. No obstante, esta posibilidad de altas rentabilidades lleva asociada un mayor riesgo: de la misma manera que se pueden obtener rendimientos más altos, se pueden obtener negativos. Y, de hecho, eso es lo que ha pasado con la gran mayoría de los fondos de renta variable desde mediados de 2015: registran pérdidas.
¿Quiere decir esto que los fondos de inversión son un mal producto? Ni mucho menos. Las estadísticas demuestran que son buenas opciones para el ahorro a largo plazo, con un horizonte de más de 10 años. Cuando no se necesita el dinero ahorrado a corto plazo, si la bolsa sufre una buena bajada (debido al Brexit, una burbuja inmobiliaria o cualquier atentado o conflicto bélico), probablemente habrá tiempo de recuperar la inversión e, incluso, obtener una ganancia. No obstante, si este dinero ya se sabe que hará falta antes, invirtiendo en renta variable corremos el riesgo de que, cuando toque recuperar el ahorro, éste esté por debajo del importe invertido inicialmente.
Por tanto, tal como dice Eduard Gironella en el reportaje: «si el vendedor (de coches) no quiere escuchar las necesidades que tú tienes, saldrás (del concesionario) con el coche del mes», y «tú tienes que ir al banco teniendo claro qué necesidad tienes: si quieres un ahorro a corto plazo para la universidad de tus hijos, el producto debe ser adecuado para ello, no puede ser un producto a largo plazo «.
Primero hay que saber los objetivos, y luego buscar las herramientas financieras que ayuden a conseguirlos.