Comentábamos en la última entrada del blog cómo Internet lo había cambiado todo. También a nivel de alternativas financieras bancarias. Éstas se habían multiplicado drásticamente. Hoy nos ocuparemos de algunas de ellas. Tenemos acceso a un conjunto de posibilidades impensables hace unos años. Y, al fin y al cabo, para enfocar nuestras finanzas es necesario conocer qué opciones hay. Como siempre, nuestra recomendación es ser inquieto y buscar datos. Hay que informarse a fondo para tomar buenas decisiones.

 Las dificultades que atraviesa la banca que hemos conocido

Posiblemente muchos de vosotros conoceréis algún antiguo empleado de banca prejubilado mucho antes de cumplir 60 años. Aquellas sucursales bancarias llenas de clientes sólo son un recuerdo. Ahora todos efectuamos la mayoría de operaciones financieras telemáticamente.

Las inmensas redes de oficinas eran la gran ventaja competitiva de ese modelo. Incluso las habían utilizado para vender otros productos. Quién no recuerda encontrar allí, sorprendentemente, un móvil o un electrodoméstico en oferta. Ahora estas mismas redes son su debilidad. Arrastran grandes estructuras que otras alternativas financieras no tienen. Sin embargo, un buen número de entidades fintech están participadas por la banca tradicional. La necesidad de ésta de adaptarse a los nuevos tiempos es imperiosa.

Alternativas financieras bancarias para todos los usuarios

En general, y probablemente debido a que la nueva banca no soporta tanto gasto estructural, ofrece bastantes servicios gratuitos. Estamos hablando de menos comisiones, tarjetas de débito a coste cero, transferencias sin cargo, etc. Podemos diferenciar entre Challenge Banks y Neobancos.

Challenge banks

Los Challenge Banks tienen una licencia bancaria como cualquier banco de los de siempre. Por tanto, las garantías son las mismas, vía Fondo de Garantía de Depósitos. La principal diferencia es que difícilmente ofrecen ninguna oficina física. Pero pueden dar casi idénticos servicios. Nos podemos encontrar, sin embargo, que la entidad supervisora ​​no sea el Banco de España. O que no nos puedan facilitar una cuenta corriente con un IBAN español. Esto puede dificultar domiciliar recibos o recibir la nómina, según el caso.

Neobancos

Por su parte, los Neobancos no tienen licencia bancaria. Necesitan ser Entidad de Dinero Electrónico (EDE) o asociarse se con una de ellas. Doy más detalles sobre éstas EDEs en el siguiente párrafo. Puntualmente, en estas entidades no podremos disponer de una cuenta corriente tradicional. Por ejemplo, puede ocurrir que nuestra aportación de fondos deba efectuarse a una cuenta corriente comunitaria. De ahí el dinero pasaría a estar a nuestra disposición vía, pongamos, tarjeta de crédito o saldo en el móvil. Esto limita la posibilidad de hacer transferencias a otras entidades, domiciliar recibos, cobrar allí el sueldo, etc.

A la vez, las EDEs son entidades que transforman dinero en dinero electrónico. Éste se puede utilizar en transacciones seguras para el usuario hacia negocios online. Dicha seguridad radica en buena parte en el hecho de que para pagar no es necesario informar del propio número de tarjeta o cuenta bancaria al vendedor. Las EDEs están supervisadas por un banco central, y tienen sus obligaciones. Deben depositar el dinero que reciben en cuentas en entidades bancarias, invertirlo a plazo, o contar con un seguro que garantice el dinero. Por lo tanto, hay garantías, pero bajo otras normas. El supervisor puede ser el Banco de España, pero también otros, como la FCA (Autoridad de Conducta Financiera) del Reino Unido. No pueden ofrecer depósitos ni, por supuesto, remunerarlos. Paypal sería un ejemplo muy conocido de EDE. Quien haya efectuado alguna compra por Internet seguro que le sonará.

Alternativas financieras más enfocadas a empresas

En otro nivel, tenemos los Baas, o Banking as Service. Estos son como una especie de banca de servicios. Por esta vía cualquier empresa puede ofrecer productos financieros a sus clientes sin necesidad de entrar en el negocio bancario. Basta que utilicen APIs de una entidad que sí tenga licencia. Y una API es un conjunto de comandos o instrucciones que permiten que dos programas diferentes se comuniquen entre sí. Puede ser interesante para empresas que quieran incorporar servicios bancarios a su oferta. Sólo hará falta que su software y el del BaaS se coordinen. Sin embargo, un usuario final sólo se beneficia si una empresa de la que es cliente integra estos servicios.

Las propias necesidades determinan las mejores alternativas financieras

Para quien le venga de nuevo, toda este concentrado de información sobre opciones de banca Fintech puede generar muchas dudas. Mi recomendación es que cada uno se centre en necesidades que considere mal cubiertas. Y, entonces, se pregunte si alguna de las anteriores alternativas financieras llena este vacío.

Por ejemplo, puede ocurrir que no encontremos ningún producto bancario tradicional que nos remunere como deseamos un dinero que queremos mantener disponible. O que estemos pagando unas comisiones que consideremos exageradas. O que nos gustaría que una App móvil nos facilitara el ahorro o un mejor control de las propias finanzas. Si dentro de la banca tradicional no encontramos respuestas, tal vez las entidades Fintech sí lo hacen.

En acOnseguir te ofrecemos nuestro servicio de Coaching en economía doméstica para acompañarte en la toma de decisiones. No te recomendaremos ninguna entidad en especial. Por el contrario, sí te ayudaremos a analizar cuáles de tus necesidades quedan mejor cubiertas vía alternativas financieras fintech.

Y acabamos, como hacemos habitualmente, con algún link. El primero enlaza con la definición de fintech que podemos encontrar en Wikipedia. Y el segundo nos lleva a la última entrada de este blog. Ésta servía para introducirnos las diversas opciones financieras para el ahorro.

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