Desde hace unos días, podemos encontrar un apunte de los servicios de coaching financiero de acOnseguir en la última revista del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña). Esta aparición se enmarca en el paso adelante que dimos hace aproximadamente un año, cuando nos propusimos llegar al máximo número de personas para poder aportar en nuestro grano de arena en el ámbito de las finanzas personales o familiares.
Durante este tiempo, hemos hecho un gran esfuerzo en darnos a conocer a través de medios tradicionales (prensa y televisión) y también con el apoyo de las nuevas tecnologías (Facebook, LinkedIn), porque creemos firmemente que el servicio que ofrecemos hace falta, pero también sabemos que la gran mayoría de la gente desconoce que existe la posibilidad de que un coach experto en finanzas acompañe en la toma de decisiones en economía doméstica.
En cierto modo, nuestro servicio, como el del RACC en sus orígenes, aparece como consecuencia de los nuevos tiempos. Vivimos en un mundo lleno de especializaciones, donde hay expertos para ámbitos hace unos años insospechados. Por ejemplo, en algunos entornos, la gente dispone de entrenadores personales en el gimnasio que diseñan programas de puesta a punto adaptados a las propias necesidades de nuestro cuerpo y hacen seguimiento de los mismos, y también se pueden contratar «personal shoppers» que muestran cuál es el estilo de vestir más adecuado para cada uno y ayudan a encontrar prendas que vayan bien. Pero en el día a día las especializaciones también son cada vez más evidentes: el médico de cabecera de inmediato te remite a otro profesional sanitario adecuado para el problema concreto que haya que tratar, y donde antes había informáticos ahora hay programadores en diferentes lenguajes, especialistas en diseño de webs, en redes sociales, en desarrollo de aplicaciones y videojuegos, etc.
En esta misma línea, la figura del coach financiero nace porque desgraciadamente nadie nos ha enseñado a organizarnos financieramente, y estamos en un entorno que no ayuda porque a menudo nos propone hacer compras impulsivas o endeudarnos. Muchas veces se olvida que el dinero deberían ser un medio para conseguir los objetivos que nos marcamos, pero es responsabilidad de cada uno planificarse financieramente para conseguir que lo que deseamos acabe convirtiéndose en realidad.
La mayoría de las cosas que perseguimos y que se pueden comprar con dinero están a nuestro alcance, pero todavía no somos conscientes de ello. Es una cuestión de prioridades, y de ponerse en el tema de verdad. Para hacerlo, hay herramientas que ayudan. Una de ellas es tener un presupuesto que esté en línea con lo que queremos conseguir. Cuando lo tenemos hecho y lo seguimos, sabemos que las metas que nos fijamos a nivel económico acabarán alcanzando. Facilita el proceso disponer de alguien con conocimientos en coaching y economía, y que además cuente con los valores que deberían acompañar todo servicio financiero: compromiso, confidencialidad, imparcialidad e independencia.
Seguimos difundiendo nuestro mensaje porque queremos ayudar en la planificación financiera de particulares y familias.