Comentábamos en una entrada anterior de este mismo blog (Sobre el ahorro) la necesidad de saber para qué ahorramos. Las noticias que nos van llegando (entre ellas, el artículo de El Economista que motiva la entrada que estás leyendo), hacen dudar sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones tal como está diseñado actualmente, y apoyan el temor de que en el momento de la jubilación la pensión que se nos asigne no sea suficiente para poder vivir con cierta dignidad después de haber trabajado (y cotizado) toda una vida, especialmente en el caso de los que hace pocos años que se han incorporado al mercado laboral . Tomamos conciencia de que ahorro, autonomía y jubilación van de la mano.
Existen infinidad de razones para pasar de la cultura del gasto de los últimos años a una cultura del ahorro que tenga objetivos concretos. Algunos ejemplos de estos objetivos pueden ser de acumular un buen importe de dinero para hacer frente a la entrada de un piso, o para poder cancelar anticipadamente una hipoteca, o para conseguir disponer de un capital que trabaje para nosotros y complemente nuestros ingresos gracias a una buena política de inversiones. En general, es muy importante darnos cuenta de que no hay auténtica libertad sin autonomía o independencia económica. Cualquier emprendedor se siente mucho más seguro en el momento de iniciar un nuevo negocio si tiene detrás un cojín de dinero que le permita minimizar el riesgo de no poder atender los pagos que le permitan subsistir a medio plazo. Emprender sin un mínimo de seguridad económica queda reservado a individuos muy arriesgados o sin cargas económicas de importancia, y la consecuencia de ello es un buen número de personas que siguen ligadas a trabajos que no les motivan por un miedo fundamentado en su falta de autonomía financiera.
Y en esta línea de motivos para el ahorro, todo parece indicar que uno de los objetivos estelares será pronto (si no lo es ya) asegurarnos unos ingresos suficientes para cuando dejamos de trabajar. De nuevo, conciencia sobre la necesidad de ahorrar, y responsabilidad para ponerse a ello con un buen asesoramiento sobre cómo hacerlo.