Durante los años que llevo asesorando a clientes hay una constante. Todos nos vemos obligados a tomar decisiones financieras. Y no siempre se cuenta con la formación necesaria para hacerlo de manera adecuada. Esto es especialmente dramático para muchos autónomos o propietarios de negocios. Sobre todo si no hay presupuesto suficiente para tener en nómina alguien quien lleve la dirección financiera a tiempo completo.
Desde siempre, me ha encantado todo lo que sea «de bolsillo». Cuando lo aplicamos a un libro, se asocia con un formato más manejable y asequible que el tradicional. Es un concepto perfectamente aplicable a lo que quiero transmitir. Comentábamos en el anterior párrafo que el grueso de los negocios no puede permitirse pagar un Director Financiero. Cierto. Pero esto no quiere decir que la necesidad no exista. Y quizás se puede dar cobertura de alguna otra manera.
¿Por qué un negocio o autónomo necesita una dirección financiera?
Un trabajador por cuenta ajena que tome una mala decisión a nivel económico podrá pasarlo mal. No obstante, en la mayoría de casos esto no afectará sus ingresos. Si puede seguir haciendo su trabajo, cada mes contará con una nueva nómina en su banco. Y eso da mucha seguridad a la hora de planificar como enderezar cualquier situación. Por complicada que sea.
Una mala gestión económica a nivel profesional sí puede comprometer seriamente el futuro. Un negocio o autónomo necesita disponer de dinero. Son como la gasolina de un coche. Y esta liquidez no siempre está asociada con los beneficios. Me refería precisamente esto en un post sobre el flujo financiero. Intervienen muchos factores.
En el momento en que no se pueden pagar proveedores, alquileres, préstamos o trabajadores se cruza una línea roja. Pasa lo mismo si no se puede atender a los clientes. Cuesta mucho reconducir la situación en estos casos. Los proveedores endurecen las condiciones para servir materiales. Los bancos pueden dejar de renovar líneas. Los empleados se desmotivan. Los clientes buscan otros profesionales o empresas que no fallen. La confianza es fundamental, se genera lentamente y cuesta poco perderla.
Es época de especialistas
Cualquier persona que me esté leyendo estará especializada en alguna materia. Un médico puede recetar. O tal vez operar. Últimamente, incluso los cirujanos se centran en determinadas partes del cuerpo. Hay profesores para cada rama del conocimiento. Personas que se dedican a aspectos muy concretos del marketing. Artesanos quienes sólo reparan relojes antiguos. El abanico de profesiones es infinito.
Es imposible saber de todo. La gran mayoría de autónomos y pequeños empresarios confían en un gestor para atender sus obligaciones tributarias. Las gestorías hacen muy bien su trabajo, pero hay pocas que además ayuden en la planificación financiera. Hace falta algo más.
Empezar el año con el apoyo de una buena dirección financiera
Todos empezamos el año con buenos propósitos. Quienes somos autónomos o tenemos un negocio aún más. La mayoría de veces, nuestros ingresos y bienestar dependen de que estas buenas intenciones se conviertan realidades.
Paralelamente, estos días son buenos para hacer balance de lo ocurrido en los últimos doce meses. Si cuando se mira atrás queda la sensación de haber ido muy justos a nivel económico, o de haber sido apagando pequeños incendios financieros con demasiada frecuencia, tal vez va siendo hora de poner remedio.
Una buena dirección financiera es como una brújula o una carta de navegación. Permite prever qué tensiones de tesorería se encontrarán al perseguir una determinada meta. Cuando sabemos con tiempo qué nos encontraremos, reaccionar es más fácil. La perspectiva temporal permite evaluar diferentes opciones y elegir la más adecuada.
En el momento que se observa desde una perspectiva económica, lo que descubrimos es muy enriquecedor. Lo decía Mario Benedetti «De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves. Que te enseñen a mirar con otros ojos».
acOnseguir lleva casi diez años ayudando a particulares y empresas en su planificación. Y te podemos dar servicios de dirección financiera de bolsillo. Manejables y asequibles.