Retomemos la última entrada de este blog sobre la transformación financiera que predica Dave Ramsey. Si hemos seguido las indicaciones de la anterior entrega, hemos tomado conciencia de cuál es nuestra situación. También conocemos las cuatro creencias que nos sirven de base para iniciar el proceso. Ya podemos dar el primer paso financiero de los siete que el autor nos propone.
Evidentemente, todo lo que sigue a continuación se sustenta si previamente hemos conseguido que los ingresos superen de manera generosa las salidas de dinero. Para ponerse en forma, hace falta esfuerzo. El objetivo vale la pena. Veámoslo.
Primer paso financiero: el cojín mínimo
Se trata de reunir un ahorro base que nos permita reaccionar a emergencias sin recurrir al endeudamiento. La intención es que una vez nos pongamos a reducir la deuda seriamente (segundo paso financiero) no nos encontremos que con el primer imprevisto debamos recurrir de nuevo a endeudarnos.
Esta es una recomendación que en acOnseguir venimos dando desde hace años. Mientras el dinero está en nuestro poder, lo podemos utilizar para lo que haga falta. Antes de empezar a pagar, aseguremos una liquidez mínima.
Segundo paso financiero: reducción de deuda con efecto «bola de nieve»
Una vez ya podemos reaccionar a pequeños imprevistos, nos enfocamos en reducir deuda. Y para saber a qué nos enfrentamos, nada mejor que hacer una lista de los diversos préstamos. En general, quedan excluidas las hipotecas. El motivo es que su finalidad es financiar una vivienda que permite dejar de pagar un alquiler (gasto). Además, una casa de propiedad siempre es un ahorro, inmobiliario y poco líquido porque vivimos allí, pero ahorro al fin y al cabo.
Normalmente, yo propongo a mis clientes empezar por deuda más cara. La que paguemos más intereses. Dave Ramsey introduce una variante psicológicamente muy interesante. Si se empieza por lo más fácil de pagar, como él propone, pronto podemos tener un primer éxito. Y eso nos motivará aún más a seguir adelante.
En todo caso, cada vez que acabamos de pagar un préstamo, el dinero que dedicábamos a reducirlo nos da capacidad adicional para liquidar más rápido el siguiente. Es el efecto «bola de nieve» de este segundo paso financiero.
Es muy recomendable ir tachando de la lista lo que ya hayamos pagado. Es una fantástica sensación ir eliminando líneas y ver cómo aumenta nuestra fuerza financiera.
Tercer paso financiero: el cojín necesario
Una vez libres de deuda, podemos utilizar todo el ahorro que vamos generando para conseguir un cojín con el que nos sintamos realmente cómodos. No hay normas al respecto. Cada uno pedirá un nivel diferente de dinero para estar confortable.
En líneas generales, tal vez una persona con ingresos irregulares (por ejemplo un autónomo) necesitará más almohada que un funcionario. O también puede influir la carga familiar que dependa de este ahorro. No es lo mismo tener que responder por un solo que por una familia de cinco miembros.
Cuarto paso financiero: conseguir el bienestar para la jubilación
Coincidimos casi de lleno con Dave Ramsey. Matemáticamente, es complicado mantener el actual sistema de pensiones de jubilación, y todos haríamos bien en ir acumulando un capital que nos permita complementar la pensión que finalmente nos toque.
Como estamos hablando de un ahorro a largo plazo, los productos que elegimos como vehículo deberán ser adecuados a tal fin.
Quinto paso financiero: asegurar los estudios de los hijos
Quizás discrepo en el orden (podría ser un paso financiero anterior), pero todos los que tenemos hijos deberíamos estar preparados para afrontar sus estudios sin recurrir a la deuda. Y el producto de ahorro elegido debería tener un horizonte temporal de corto o medio plazo.
Sexto paso financiero: eliminar la hipoteca
Hasta aquí, deberían quedar resueltos los imprevistos, una jubilación digna y los estudios de los hijos.
En esta situación, sería el momento de convertirnos en propietarios absolutos de la vivienda donde vivimos. Es el último paso financiero para erradicar la deuda.
Séptimo paso financiero: disfrutar, invertir y dar
Sin deudas y con todos los mínimos cubiertos, las palabras disfrutar, invertir y dar cobran mucho sentido. Recordemos que el dinero no es un fin, sino más bien un medio. Una vez asegurada la calidad de vida deseada, es un momento ideal para divertirnos, invertir con más riesgo o dedicarnos a ayudar a los demás.
Este vídeo ayuda a terminar de repasar el contenido de esta entrada del blog.