«El fraude más grande de la historia». Este es el título de uno de los capítulos de un relato al que haré referencia más adelante. Aparentemente, no tiene nada que ver con finanzas. Pero enlaza con una idea que he mencionado repetidamente en este blog. Nos complicamos financieramente la vida. En la mayoría de ocasiones de manera inconsciente. De repente miramos alrededor y nos decimos: ¿cómo es que mi economía personal o profesional está así?. El antídoto es seguir criterios de simplicidad financiera.
Volvamos al libro. Se trata de «Sapiens (de animales a dioses)», del autor Yuval Noah Harari. Os citaré cómo lo describe Mark Zuckerberg, según aparece en la misma portada. «Es un gran relato de la historia de la civilización humana, desde los primeros cazadores recolectores hasta la sociedad y economía actuales». ¿Qué nos aporta el campo de las finanzas?. Lo veremos a continuación.
El fraude que nos empezó a apartar de la simplicidad financiera
Según Harari, durante 2’5 millones de años los humanos se alimentaron a base de recolectar plantas y cazar animales salvajes, pero hace «sólo» 10.000 años empezaron a sembrar y pastar, en lo que se llama la Revolución Agrícola. Muchos expertos afirman que este hecho les permitió abandonar los peligros de la caza y empezar a disfrutar de una mejor calidad de vida.
No opina lo mismo el autor de «Sapiens». Desde su punto de vista, el excedente de alimentos se tradujo en una explosión demográfica, élites privilegiadas y la aparición de toda una serie de necesidades inexistentes hasta entonces.
Efectivamente, el cultivo de, por ejemplo, cereales, requería una buena inversión de tiempo y esfuerzo. Cada vez que había una mejora que parecía que tenía que hacer la vida más fácil, resultaba que la carga de trabajo se incrementaba. Hay un párrafo en el que se expone un caso muy gráfico: incluso cuando la cosecha era todo un éxito esto se traducía en la obligación de defender los graneros de ladrones y enemigos. Había que construir paredes y hacer turnos de guardia. Vistos los resultados, podemos leer el libro como aparece la duda de si fue el hombre quien «domesticó» animales y plantas, o si fue justamente al revés.
Una cita para la reflexión
Reproduzco literalmente palabras del escritor: «Una de las pocas leyes indiscutibles de la historia es que los lujos tienden a convertirse en necesidades y generar nuevas obligaciones». Y no es preciso remontarse a hace unos pocos miles de años. ¿No debían facilitarnos la vida ordenadores, lavadoras, lavavajillas, móviles? ¿O quizás nos han esclavizado más?
Lo que ocurre cuando no hay simplicidad financiera
Creo que muchos nos podemos ver reflejados en el siguiente caso hipotético. Trabajamos fuerte para conseguir un incremento de sueldo, y finalmente éste llega. Esto, obviamente, nos satisface mucho, nos hace momentáneamente felices. Veamos qué puede pasar a continuación.
Si hemos hecho todo este esfuerzo para este objetivo, lo primero que pensamos cuando lo logramos es en premiarnos. Y esto suele conducir a gastarnos todo o una parte de ello. Quizás ha llegado el momento de disfrutar de una vivienda mejor (más hipoteca o alquiler), o de un coche o vacaciones más caros. En el peor de los casos, incluso nos endeudamos contando con estos ingresos adicionales. De repente, disfrutamos de una vida supuestamente mejor que nos pide también más esfuerzo económico. Nos acostumbramos al nuevo status, y paulatinamente el goce inicial merma.
Lo mencionábamos en una entrada hace meses de este blog. El dinero sí da la felicidad, pero no tanto como parece. En realidad, nos equivocamos si la buscamos únicamente siguiendo este camino.
La simplicidad financiera nos puede ayudar a vivir mejor
Enlazamos con lo que hemos repetido muchas veces. Vale la pena analizar dónde va a parar el dinero que ganamos. Si lo que adquirimos nos satisface mucho, podemos dar por bueno el gasto. Si no es así, casi es urgente introducir los cambios necesarios para canalizar los ingresos de otro modo. Son muchas horas las que dedicamos a obtenerlos. Gastarlos sin una planificación puede alejarnos de lo que realmente nos motiva.