Espero que pronto los motores eléctricos dejen obsoleto este título. Mientras no llegue el momento, la «gasolina financiera» de este título me sirve de ejemplo gráfico de lo que quiero transmitir. En esta entrada del blog me centro en la importancia de una buena financiación. Si vamos un paso más allá, una buena autofinanciación no nos hará depender de ninguna entidad de crédito.
Quienes hemos conducido un vehículo a motor conocemos la necesidad de disponer de información fiable de las magnitudes más relevantes. Velocidad, temperatura del agua, revoluciones serían algunas de ellas. Conocer cuál es el recorrido que haremos, el carburante que nos hará falta y con qué contamos para el trayecto resulta imprescindible. Una buena planificación del viaje evita quedarnos cortos, no llegar a repostar a tiempo, y quedarnos parados.
El dinero constituye la gasolina financiera que nos hará falta para alcanzar las diferentes metas que nos proponemos. La adecuada planificación de este recurso resulta fundamental. Es igual que hablemos de una economía familiar o un negocio, por grande o pequeño que sea.
Me han llegado últimamente a través de clientes de acOnseguir (autónomos y particulares) algunos ejemplos que me han inspirado a escribir estas líneas.
Gasolina financiera para vender
¿Alguno de vosotros tiene un negocio en el que los clientes tardan más en pagar que los proveedores a cobrar? Entonces es muy probable que a medida que aumenta la facturación se precise más dinero para financiar este desfase. Estoy convencido de que la frase «morir de éxito» está parcialmente inspirada en un entorno de empresa similar a este.
Una situación de este tipo hace más recomendable que nunca planificar con una hoja Excel varios escenarios basados en diferentes niveles de ventas. Esto equivaldría al clásico «qué pasaría si …». El supuesto de máximas ventas (y margen positivo) será probablemente el mejor para obtener los beneficios más elevados. Paradójicamente, éste es también el peor escenario porque nos pedirá más dinero. Tener preparado un plan para llegado el caso nos aportará mucha tranquilidad, ¿no os parece?.
Gasolina financiera para invertir
Si queremos efectuar una inversión de peso en un negocio, esta salida de dinero merecerá una planificación con un cierto nivel de detalle. Lo mismo ocurre con cualquier compra significativa.
Quizás ya disponemos del dinero en efectivo para encararla. En este supuesto, la pregunta que es aconsejable hacerse es si el retorno de la inversión es el que deseamos.
Por el contrario, si no contamos con el importe necesario, convendrá mucho analizar el flujo que generamos. Habrá que determinar si el mismo será suficiente para ir dando cobertura a los pagos que se deriven de la inversión, al menos hasta que ésta ya esté pagada y comience a rendir de la manera que hemos previsto.
Gasolina financiera contra la estacionalidad
La estacionalidad está presente en un buen número de economías tanto de empresa como particulares. A nivel doméstico, suele ocurrir que hay momentos del año con más salidas de efectivo. Normalmente, coinciden con el inicio de la escuela, vacaciones, vencimiento de seguros, rebajas o cualquier otro evento. En un entorno de negocio, a algunos de los motivos anteriores se pueden sumar unas ventas irregulares a lo largo del año. Por ejemplo, si tenemos una heladería.
Planificar en una hoja de cálculo cuál es el momento en el que faltará dinero nos permitirá evitar sorpresas. El objetivo es contar con el saldo bancario o las herramientas financieras suficientes para dar cobertura a la falta de liquidez. Adicionalmente, también podremos liberar recursos para dedicarlos a otras finalidades.
Como ya hemos visto en otras entradas de este mismo blog (aquí tenemos un ejemplo), se trata, en definitiva, de realizar una buena planificación que nos permita controlar las finanzas personales, familiares o profesionales.