Yo soy de los que piensan que en determinados objetivos de la vida, si no nos ponemos a trabajar para que ocurran, el tiempo pasa y un día nos damos cuenta de que hay demasiados proyectos que no hemos llevado a cabo. Una buena planificación financiera seguro que ayuda: hay cifras que nos despiertan.
En este ámbito, la gran mayoría de los clientes con los que trato dan mucho valor al hecho de poder ver resumido en una hoja de cálculo su flujo de dinero, como éste entra y sale de su casa, con qué bienes cuentan y las deudas que tienen, porque esto da una visión global de su economía personal o familiar, y una buena dosis de consciencia.
Es cierto que el proceso de recopilación de datos, a través de extractos bancarios y resúmenes de gastos pagados con tarjeta de crédito, puede resultar algo laborioso, pero en la mayoría de casos se puede hacer, por ejemplo, en una tarde de sábado, y los resultados aportan mucha información sobre la situación en la que se está.
Esta misma argumentación es la que suelo usar en mis clases en la universidad, en el contexto de contabilidad y finanzas para empresas. El proceso contable en sí puede ser poco motivador para la mayoría de personas. Se trata sólo de ir registrando una serie de hechos en un diario y un mayor, y esto es una tarea que tiene que gustarte mucho para hacerla a gusto.
Ahora bien, este laborioso trabajo da como resultado la generación de unos estados contables (balance, cuenta de explotación, etc.) que permiten efectuar un análisis de cómo se encuentra la empresa a nivel financiero, y esta información es imprescindible para una buena toma de decisiones.
Así, la empresa puede saber si gana o pierde dinero, en qué conceptos se gastan más recursos, cuál es su patrimonio, si está o no demasiado endeudada, la capacidad que tiene de atender los pagos a realizar a corto plazo y muchos datos muy útiles para poder planificar el corto y largo plazo.
A nivel de finanzas domésticas pasa lo mismo: puede dar un poco de pereza invertir dos o tres horas en ir rellenando la hoja Excel que puedes bajarte de nuestra web (link), pero una vez está llena, su análisis siempre proporciona información útil para una buena planificación financiera.
Prácticamente no hay cliente que al tener una visión financiera global de su economía no se dé cuenta de aspectos a mejorar. A menudo aflora conciencia de que recortando un poco algún gasto resulta que se puede ahorrar para conseguir un objetivo que aparentaba ser muy difícil.
Puede parecer francamente complicado comer un elefante, pero el camino hacia un objetivo, por lejano que parezca, siempre empieza dando un primer paso. Se trata de centrarse, de entrada, en una de las patas del animal, e ir siguiendo.