«Se debería enseñar finanzas en la ESO». Ya hace más de 6 años de la primera entrevista protagonizada por acOnseguir. De ésta, la periodista extrajo el titular con el que empiezo el párrafo. Afortunadamente, veo que mis hijos ya empiezan a recibir nociones básicas de ello en la escuela. Primera batalla ganada. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para que todos disfrutemos de unos mínimos de cultura financiera. Queremos explorar nuevas maneras de avanzar en este sentido. Y estamos empezando a dar talleres financieros o pequeñas conferencias donde ofrecemos nuestro acompañamiento a grupos.
El detonante de todo, como tantas cosas en la vida, fue una casualidad. Quien lea el blog desde hace algunas semanas conoce nuestra reciente relación con la AECC. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer nos contactaron hace un tiempo para dar una charla. Ahora el encuentro con enfermos de la asociación se ha convertido en mensual.
Vista la buena acogida de las mencionadas reuniones, Provokarte nos propuso repetir en formato abierto a todo el mundo hace menos de un mes. Y a partir de ahí han aparecido otros.
El sentido de los talleres financieros
A menudo nos hemos referido a la necesidad de automatizar determinadas decisiones relacionadas con la economía personal, familiar o profesional. Me apunté hace tiempo una cita de Alfred North Whitehead. «La civilización avanza en proporción al número de operaciones que la gente puede hacer sin pensar en ellas». También aplicable al ámbito que nos ocupa.
Desgraciadamente, el entorno no ayuda. Se ha hablado mucho del acrónimo VUCA. Volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Toda una definición del mundo actual. Si estamos de acuerdo en que lo que nos rodea es así, vale la pena procurar tener bajo control lo que esté a nuestro alcance. Y las finanzas del día a día lo están pese a que pueda parecer lo contrario.
Contenido de los talleres financieros para grupos
Las reuniones siguen el esquema que sigue:
1. La manera de disfrutar de tranquilidad económica y alcanzar metas relativas al dinero siempre comienza con una toma de conciencia. Y para que ésta sea efectiva nada mejor que una buena foto de la situación de partida. Es fundamental conocer ingresos, donde van a parar estos, bienes y deudas.
2. El siguiente tema que tocamos en los talleres financieros es un clásico de acOnseguir. Para tomar decisiones acertadas de gasto sin tener que pensar demasiado conviene recurrir al presupuesto. Hay que preparar un cuadro que recoja futuros ingresos y salidas de dinero con dos características:
- que contenga lo que nos hace felices, que nos impulsa a vivir
- que los ingresos superen los gastos, dejando margen para la generación de ese ahorro con el que nos sentimos cómodos
3. Continuamos el recorrido con un repaso de algunos ámbitos en los que acostumbramos a resolver dudas de clientes:
- Endeudamiento, enfocado a dar una serie de herramientas para ayudar a reducir la deuda. La finalidad es acercarnos a la independencia financiera, que abordamos en el siguiente punto.
- Ahorro, en base a los objetivos que nos marcamos. Diferenciamos entre corto y largo plazo, y proponemos algunas pautas para facilitar que se produzca.
- Seguros, con sugerencias para conseguir sacar el máximo partido al dinero que destinamos a ellos.
- Consejos varios sobre el uso de la tarjeta de crédito, cuándo es mejor comprar o alquilar vivienda, qué hay que tener en cuenta en rebajas u ofertas, y otros temas que también se tratan en este blog.
4. Finalmente, se propone algún ejercicio de motivación. Uno que a menudo se hace sirve para dar valor en horas de trabajo a las compras que hacemos.
¿Te interesa unirte a alguno de los talleres financieros?
Alternativamente, recuerda que también dispones del servicio específico para particulares: Coaching en economía doméstica. Empieza a controlar tus finanzas.
- Podrás tomar conciencia sobre dónde va a parar el dinero que entra en casa.
- Y, con la ayuda de un presupuesto, tendrás claro qué puedes gastar y qué no si quieres conseguir las metas económicas que te propongas.