Quienes siguen este blog ya saben que cito a menudo lo que sigue. De toda experiencia podemos obtener un aprendizaje. Por muy negativa que sea. La pandemia lo ha sido, pero también nos deja un legado financiero. Precisamente Vogue Business me preguntaba hace unos días para un artículo sobre el regreso a la oficina. Y si estos casi dos años nos habían enseñado algo para ahorrar en el momento presente.
El artículo en cuestión se dirige a quienes deban volver a la presencialidad después de meses de trabajo desde casa. En esta recuperación de la normalidad es recomendable repasar lo que hemos ahorrado durante estos últimos meses. Y, obviamente, si es bueno perder ese hábito. Pese a haberlo adquirido por la fuerza.
La pregunta clave en este legado financiero
Hay una pregunta que hago de forma recurrente a mis clientes. También se aplica en la recuperación de la normalidad que vivimos. Y, cómo no, a cualquier desembolso que sea evitable en la oficina.
Sería la siguiente: ¿estoy renunciando a algo más valioso para mí cuando dedico un dinero a un determinado gasto?
El ejercicio de cuestionarnos cada euro que sale de nuestra cuenta nos aporta mucha conciencia. Y ésta es básica para la posterior toma de decisiones. Además, en el caso de que nos ocupa, estamos hablando de un buen nivel de ahorro potencial. De media, en torno a los 1.000 euros anuales sólo en transporte y restauración. Ésta es la cifra que se desprende de los datos del Instituto Nacional de Estadística. Y no se tiene en cuenta ni el trágico aumento de los carburantes ni las ayudas al transporte público que se recogen en el RD 11/2022. Como seguramente sabéis, este decreto-ley establece medidas para responder a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.
Cuando el aprendizaje lleva a recetas clásicas
Una visión más amplia de legado financiero que nos deja la pandemia nos lleva a consejos clásicos del blog.
- Trabajar a fondo la información que define nuestra situación financiera. Hay muchas Apps que pueden ayudarnos a hacerlo. Pero mi experiencia demuestra que nada es comparable a una revisión manual de extractos bancarios. Y la preparación de una hoja de cálculo. Ésta aporta una motivación única para realizar cambios que corrijan lo que no nos guste de los resultados obtenidos.
- Retirar el ahorro de la cuenta corriente a principio de mes. Esto equivale a pagarnos a nosotros mismos de forma similar a lo que hacemos con los suministros o la hipoteca del piso donde vivimos. Y sólo podremos apartar este dinero sin tener que arrepentirnos de ello si antes hemos hecho el análisis del punto anterior. Será éste el que nos dirá cuál es nuestra capacidad real de ahorro.
- Pagar en efectivo para tomar plena conciencia de todo lo que gastamos. Insisto en que nada es comparable a ver salir los billetes de la cartera para sentir un cierto dolor. Y éste puede llevarnos a plantearnos si el pago vale la pena en relación con lo que éste nos aporta.
Aprovechando este legado financiero
Nuestro servicio de Coaching en economía doméstica está diseñado para acompañarte en el análisis de tus finanzas. Sería una forma fantástica de obtener algo positivo del legado financiero que nos deja la pandemia.
Y, para terminar, cerramos el artículo con algunos enlaces. Como no puede ser de otra forma, tenemos la publicación de Vogue Business. Y, adicionalmente, la entrada de nuestro blog relativa a la crisis económica. Ésta última fechada en las primeras semanas de restricciones debidas al COVID.
Imagen de Ronald Carreño en Pixabay