Salgo a correr por el paseo marítimo en un día cualquiera, y me cruzo con multitud de gente que, como yo, han renunciado a dormir un par de horas más para hacer deporte. Estamos en una época donde tenemos mucha disciplina deportiva. Nos hemos dado cuenta de los beneficios de cuidar nuestro cuerpo. Un gran avance. Hace cincuenta años sospecho que habría sido impensable encontrar en el paseo todas estas personas cuidando su salud. En acOnseguir nos hemos puesto un reto: que en unos pocos años más la gente también tenga disciplina financiera.
Tengo la teoría de que la mayoría de los que hacemos deporte muchas veces nos cuesta ponernos a ello. Se está bastante bien en la cama, o en el sofá, o leyendo un libro. Pero nos vestimos de corto, nos atamos los cordones de las zapatillas, y salimos. Y lo hacemos porque sabemos los beneficios de llevarlo a cabo: sencillamente, haciéndolo nos encontramos mejor, y a muchos niveles.
La motivación está, pero hay que dar el primer paso. Una vez empiezas a correr, cuando estás en plena acción, ya empiezas a ver los beneficios.
Creo que a nivel financiero pasa algo similar. Hay muchas personas conscientes de que hay algo en sus finanzas personales que no funciona: entra un dinero en casa y no hay manera de ahorrar, o parece imposible terminar de cancelar deudas, o gastos «urgentes» no dejan emplear los recursos en lo que realmente gusta.
La solución es similar a la que ya sabemos que sirve para cuidar la salud (y para muchas otras cosas): ponerse a ello. Para mejorar el bienestar físico se empieza por hacer una radiografía que permite saber cuál es el estado de nuestro cuerpo, y para poner en forma nuestras finanzas personales de entrada hay que conocer en qué situación estamos, tomar conciencia. Un coach financiero ayuda en este proceso inicial: saber qué tenemos, qué ganamos, y cómo se gasta. En definitiva: entender el flujo de dinero actual de nuestro hogar.
A continuación, viene el apartado de objetivos: rebajar peso un par de kilogramos, o poder llegar a correr 10 kilómetros en 50 minutos. Lo mismo ocurre en finanzas: quizás queremos conseguir ahorrar para hacer ese viaje que hace tantos años que no llega nunca, o asegurar la universidad de los hijos, o poder disfrutar de un buen complemento a la pensión.
Y una vez hemos decidido qué queremos, llega el momento de calzarse y hacer lo que sea necesario para lograr que esto suceda. Depende de nosotros (tal como decía en una entrada del blog hace tiempo), y tenemos más poder del que creemos.
Si en el deporte hay entrenadores que nos pueden recomendar hacer 5 kilómetros el primer día, y luego pasar a hacer 7, para terminar corriendo 10 dos semanas después, en finanzas pasa lo mismo. Un coach nos acompaña en cómo poner en práctica las decisiones que hemos adoptado cuando hemos tomado conciencia de cuál es la situación actual y hacia dónde queremos dirigirnos.
Lo que sí es cierto es que nadie puede correr por nosotros, de la misma manera que de cada uno depende tomar la iniciativa para adoptar una buena disciplina financiera que nos lleve a los objetivos que nos marcamos. Muchos clientes de acOnseguir lo han hecho.