¿Cómo os sentís al leer las palabras que siguen? ¿Cláusula suelo, preferentes, hipotecas en divisas? ¿Caéis en la indignación? ¿Quizás desánimo? Hay más: salida a bolsa de Bankia, cédulas hipotecarias, y aún debo olvidar alguna otra. A todo esto, que no es poco, se añade recientemente el tema del IRPH (ver link al final). Hablo a menudo con personas que me transmiten su desencanto o absoluto desinterés financiero. No sorprende. El problema es que todos necesitamos mover dinero y no podemos huir de esta realidad.
A menudo recuerdo el caso extremo de un antiguo cliente. Afortunadamente para él, disponía de bastantes ahorros. Y había perdido dinero en una de las varias burbujas bursátiles. Como no estaba dispuesto a que le volviera a pasar, lo tenía todo en cuentas corrientes. Evidentemente, todo el mundo es libre de hacer lo que crea, pero las decisiones drásticas suelen no ser las mejores. Lo veremos a continuación.
Una nueva causa de desinterés financiero: el índice IRPH
Quienes tengáis una hipoteca un poco antigua quizás recibisteis la recomendación de vuestro banco de utilizar este índice. En el peor de los casos, aceptasteis. Si es así, habréis estado pagando durante años tipos significativamente más altos que los de otras hipotecas con referencias de interés diferentes.
Como ha ocurrido en otros casos, se perfila que se trataba de una cláusula abusiva. Obviamente, en Internet encontraréis diferentes bufetes de abogados que os ayudarán a recuperar lo que hayáis pagado de más. En acOnseguir también cooperamos con un equipo de letrados que nos merece la máxima confianza. La recomendación general es empezar a mover la reclamación tan pronto sea posible. La sentencia definitiva del TJUE llegará el primer semestre de 2020. Si es favorable, será el momento de interponer la demanda.
Contra el desánimo, toma de control
El listado de casos con los que abría esta entrada llega a desmoralizar. Como siempre, no podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí la respuesta que damos.
Nuestra propuesta es la habitual. Hay que entender lo que contratamos. En caso de que tengamos dudas, consultar a alguien que domine la materia. Y tomar decisiones con criterio propio, no siguiendo ciegamente lo que nos recomienden.
Hay multitud de decisiones financieras donde esto es aplicable. Una de ellas es la relativa a tipo fijo o variable. Encontraremos muchos bancos recomendando tipo fijo desde hace tiempo. El argumento es que así quedamos protegidos de posibles incrementos de interés asociados a tipo variable. Cierto. Igual de cierto que las subidas de momento no han llegado. Y que, mientras tanto, estas entidades obtienen unas ganancias adicionales.
Si realmente un interés fijo nos deja más tranquilos, es una muy buena opción contratarlo. Pero no porque nos lo sugieran. Si quien lo hace es el banco, conviene darnos cuenta que éste quizás prioriza su beneficio, no el nuestro. La decisión es de cada uno de nosotros, y conviene que esté fundamentada en lo que más nos convenga. El desinterés financiero no nos aporta nada.
Por otra parte, lo que hayamos contratado y nos haya perjudicado puede tener solución. Las hipotecas en divisas, las cláusulas suelo y otros productos o condiciones que han hecho perder dinero a bastantes usuarios son actualmente casos muy probablemente ganados si se reclaman.
Nos interesa tu desinterés financiero
Como es habitual, cerramos con algunos links. En primer lugar, nos referiremos a una entrada de este mismo blog sobre la nulidad de las cláusulas suelo. También añadiremos un poco más de información sobre el IRPH.
Nuestro servicio de Intermediación con entidades bancarias te puede ayudar a:
- Evaluar cuál es la mejor alternativa para negociar con una entidad financiera y reclamar lo que es justo.
- Verificar si los productos que tienes son coherentes con tus necesidades.
- Decidir en base a lo que sea más adecuado para tus intereses.
¿Nos ponemos a trabajar a tu lado?
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