El lunes 14 de Enero Eduard Gironella fue entrevistado por Montse Jené (ver enlace) en el Canal 3/24 de TV3, Televisió de Catalunya. Durante los aproximadamente 20 minutos de entrevista, el Director de acOnseguir explica cómo el coaching financiero y la contabilidad ayudan a las familias a organizar mejor su economía doméstica.
Con el coaching, se pretende abrir un espacio de reflexión para hacer aflorar una conciencia sobre temas de economía doméstica que provoque actuar con una responsabilidad diferente. Los resultados que se obtienen suelen ser positivos, y eso retroalimenta el sistema y aumenta la autoestima y la motivación. Paralelamente, se establecen objetivos, se analiza cuál es la realidad de la situación de partida, se ve qué opciones existen para alcanzar los objetivos desde la realidad existente, y, finalmente, se responden preguntas del tipo qué hacer, y cómo y cuándo hacerlo. Es importante no perder de vista que en todo proceso de toma de conciencia lo básico es el aquí y ahora: el pasado sólo sirve para aprender y sacar conclusiones, y lo que hay que hacer es mirar lo que tenemos en este momento para lograr metas de futuro.
Por otra parte, con las herramientas de contabilidad empresarial se parte de la base que toda familia tiene muchos puntos en común con lo que sería una pequeña empresa. Así, se analiza cuáles son los activos disponibles (lo que, si se pusiera a la venta, se podría transformar en dinero), los pasivos (lo que se debe a terceros), y, como diferencia entre activo y pasivo, se determina el patrimonio neto de la familia en cuestión, es decir, su riqueza. La diferencia entre ingresos y gastos de la unidad familiar provocará, si es positiva, que esta incremente su riqueza, o que disminuya en el caso de que sea negativa (más gastos que ingresos). Los presupuestos ayudan a que estos ingresos y gastos estén bajo control.
Estos presupuestos son un listado de ingresos y gastos previstos, y se pueden hacer a partir de un histórico (lo que pasó, por ejemplo, el año pasado), o bien en base cero, es decir, prescindiendo del pasado y viendo qué se necesita a partir de ahora para lograr unos determinados resultados futuros, proceso que es muy enriquecedor. Si este listado se hace en una hoja de cálculo tipo Excel, el análisis de los datos resulta muy interesante porque se pueden ordenar las partidas por importancia y calcular el porcentaje que representa cada una sobre el total. Además, la hoja de cálculo permite jugar con escenarios, para ver qué pasaría si se produjera una determinada circunstancia u otra.
Durante la entrevista, Eduard Gironella da toda una serie de consejos prácticos para reducir el capítulo de gastos, y plantea una filosofía interesante: quizá no necesitamos tantas cosas para ser felices, porque al fin y al cabo la felicidad es una decisión.
También se aborda el tema de los imprevistos, y como el concepto contable de amortización puede ayudar a hacerles frente, así como la importancia que el endeudamiento tenga una duración nunca superior al de la vida útil del bien que se esté financiando. De ello se deduce que no es nada conveniente pagar, por ejemplo, viajes de placer con un préstamo.
En cuanto a las tarjetas de crédito, se recalca especialmente la importancia de poder pagar lo que se gasta en un mes determinado por este medio a principios del mes siguiente, para evitar tipos de interés totalmente abusivos de entre un 20 y un 30% TAE. Este tema enlaza con el ahorro como mecanismo que permite empezar a ganar autonomía financiera, en contraposición a seguir trabajando para el Estado en forma de impuestos, para la Seguridad Social con las cuotas que pagamos, para bancos y a todas las empresas a las que compramos los productos y servicios que consumimos. Con el ahorro, una parte del sueldo que cobramos se dedica a pagarnos a nosotros mismos, lo que permite hacer que ese dinero trabaje para los objetivos que perseguimos. Se trata de abandonar la cultura del gasto y el endeudamiento de estos últimos años y caminar hacia una cultura del ahorro para objetivos concretos.
La entrevista termina remarcando la falta de formación en temas de finanzas domésticas, y lo interesante que sería aprender sobre esta materia en la ESO, de manera que todos acabáramos adquiriendo toda una serie de mecanismos automáticos de reacción ante determinados estímulos de consumo impulsivo .