El pasado 7 de Enero se publicaban en El Punt Avui una entrevista a Eduard Gironella y un artículo con la participación de él mismo donde se daban una serie de consejos sobre cómo hacer frente a la cuesta de Enero.
Creemos conveniente ampliar la lista de consejos que aparecen en el artículo con los siguientes:
– Ir al supermercado con una lista hecha, incluso con menús diarios, teniendo muy claro lo que se comerá cada día y qué hay que comprar
– Mirar consejos de dietética: igual no es necesario consumir tanta proteína, y quizás podemos volver a los alimentos de base (legumbres, patatas, arroz, etc.) cocinados en casa
– Volver a la fiambrera si comemos fuera del hogar
– Si se dispone de tiempo (por ejemplo, si estamos en paro), dedicarlo a buscar los mejores precios (hay estudios que demuestran que hay importantes ahorros si se comparan precios entre las distintas cadenas de supermercados)
– Cuidado con las ofertas: si vamos muy justos de dinero y sabemos que gastamos un paquete de detergente para la lavadora al mes, no tiene sentido comprar dos paquetes por mucho que haya una oferta que nos obligue a hacerlo
– En cuanto a las rebajas, revisar qué falta realmente en nuestro armario y hacer una lista de lo que se necesita (como en el supermercado), para evitar las compras por impulso (un producto barato que no necesitamos resulta carísimo)
– Esperar segundas o terceras rebajas
– Comprar cosas que cueste que pasen de moda, de fondo de armario
En cualquier caso, no perder de vista que superado Enero quedan 11 meses más para terminar el año, y, en consecuencia, es necesario poner las bases para que haya un ahorro estructural. En esta línea, los consejos son clásicos:
– Apagar luces si no estamos en una habitación
– Controlar el agua que se gasta
– Mirar a cada llamada telefónica si realmente hay que hacerla, y si tenemos tarifa plana preguntarnos si nos saldría a cuenta tenerla si hiciéramos menos llamadas
– Apagar la calefacción en habitaciones donde no estamos
– Conducir moderando el consumo
– Poner lavadoras y lavavajillas llenos
Por último, en cuestiones de ahorro ayuda mucho volver a los placeres sencillos: la lectura, la partida de cartas con los amigos, pasear, ir de camping (los niños lo pasan mucho mejor allí que en un hotel de lujo), etc . ¿Por qué necesitamos tantas cosas? Como dice una persona a la que admiramos mucho, la felicidad es una decisión (quizás no necesitamos tantas cosas para ser felices).
Evidentemente, toda esta lista de consejos es útil sobre todo en casos extremos. Por el contrario, los que tengan un trabajo estable, con unos ingresos que se hayan mantenido o, incluso, en el caso de que éstos hayan disminuido ligeramente, sería muy deseable que, paralelamente a un buen plan de ahorro, consumieran en la medida que les sea posible, a fin de poner su grano de arena a la reactivación de la economía.