Todos tenemos algún campo en el que contamos con más conocimientos o habilidades que otras personas. A veces es un don. En otras ocasiones esto es consecuencia de muchas horas de trabajo y estudio. ¿Has tenido alguna vez delante un profesional que toque una materia con la que no estás familiarizado? Parece que resuelva los problemas como por arte de magia. Seguramente tú tienes conocimientos muy buenos en algún área específica. En acOnseguir, destacamos por nuestra visión financiera.
Retomo el encabezamiento de esta entrada. No tengo ni idea de cómo montar un cuadro eléctrico, o de cómo reparar una caldera de calefacción a gas. Cuando se me estropea, sé que la mejor opción es llamar al servicio técnico para que lo arreglen. Vale la pena ver cómo trabajan estos operarios. Saben perfectamente dónde están los tornillos para montar o desmontar las piezas. En muy poco tiempo tienen el diagnóstico de lo que pasa y de lo que hay que hacer. Cuentan con la habilidad de traducir una avería que no sabíamos por dónde empezar a resolver en una explicación coherente y un plan de acción concreto. Y, confieso, con respecto a calderas o cuadros eléctricos, yo esto no lo sé hacer.
Coaching con visión financiera
Más allá de mi confesa ignorancia en ingenios eléctricos o de calefacción, sí considero que tengo mucho que aportar desde el coaching y la visión financiera.
En cierto modo, el procedimiento que sigo es similar al de un operario técnico. Yo también sé dónde están los tornillos de las finanzas personales. A través del coaching ayudo a la toma de conciencia de cuál es el problema y acompaño en su solución con un plan de acción con el que todos nos sintamos cómodos.
Visión financiera en un mundo de especialistas
Vivimos en un entorno de personas especializadas, y los expertos vaticinan que esto irá a más. Un Leonardo da Vinci hoy sería imposible. Dominar todas las materias queda lejos del alcance de nadie.
Por otra parte, la especialización también tiene mucha lógica económica. Si yo hiciera un curso de reparar calderas, es probable que me lo sacara. Es más, estoy seguro de que acabaría reparándolas con bastante eficiencia. Muchos de vosotros también. Sin embargo, no se trata sólo de que no tengamos tiempo de hacer cursos de todo. Veámoslo.
Hay una teoría que es conocida entre los economistas. Si haces algo muy bien se te pagará para realizarlo más que si trabajas en muchos ámbitos con mediocridad. Y con este dinero podrás contratar otras personas que sean especialistas en lo que no dominas.
Posiblemente por este motivo, entre otros, han ido apareciendo multitud de especializaciones en los últimos años. Tenemos entrenadores personales, informáticos centrados en SEO, médicos enfocados en diversas partes o sistemas del cuerpo y un largo etcétera. Muchos empleos actuales eran inimaginables en el siglo XIX.
Me permito comparar alguna de estas nuevas profesiones con un iPad. La de coach financiero, evidentemente, la primera. Cuando hace unos años Steve Jobs lanzó este producto al mercado casi nadie sabía para qué servía exactamente. El músculo publicitario de Apple ya se encargó de esparcirlo. Hoy en día en un buen número de hogares hay una tableta digital, porque sabemos de su utilidad.
Pon a prueba la visión financiera de un coach
Te invito a comprobar por ti mismo qué puede aportar una buena visión financiera a tu economía personal, familiar o profesional, si eres autónomo. Es muy complicado (o imposible) ser especialista en todo. Si tienes la sensación de que puedes potenciar tus finanzas, este es exactamente nuestro campo de actuación.