Os invito de nuevo a tomar algo más de consciencia sobre el ahorro en la economia doméstica.
Para ello, si sois trabajadores por cuenta ajena, os agradeceré que vayáis a buscar una hoja de nómina, y veáis detenidamente qué hay en ella.
Posiblemente encontraréis una línea en la que dirá algo así como “salario base”, a la que es posible que sigan, con suerte, conceptos como “retribución voluntaria”, “plus antigüedad” o similares que sumen más o menos importe al salario de partida. El total de todas estas cantidades es lo que cobráis por vuestro trabajo. Sería interesante que lo sumarais, si es que no hay un subtotal ya calculado en la propia hoja de nómina. ¿Qué os parece?. Es más de lo que os ingresan en el banco, ¿no?.
El motivo por el que este sueldo inicial se reduce hasta el importe que os ingresan se perfila a partir de las líneas que muy posiblemente encontraréis a continuación. Así, veréis toda una serie de porcentajes que van restando, unos bajo el concepto de “Seguridad Social”, y seguramente otro más bajo el epígrafe de “Retención IRPF”. Las cantidades que figuren en cada apartado dependerán de lo que cobréis, pero es muy posible que os resten una buena parte de la nómina.
Pero esto no es todo: la empresa que os paga, además, cada mes está obligada a ingresar una cantidad bastante importante a la Seguridad Social por el hecho de teneros contratado, importe que no consta en la hoja de nómina, pero que representa un coste adicional para ella. Este dinero es producto de vuestro trabajo, pero, en muchos casos, no nos acordamos ni de su existencia.
Por otro lado, si tenéis hipoteca, préstamos o saldos aplazados de tarjetas de crédito, os propongo que os miréis qué cifra de interés estáis pagando por ello. En los dos primeros casos lo podéis obtener en el propio recibo, que desglosará intereses y principal, y en el caso de las tarjetas posiblemente deberéis ver en el contrato qué tipo de interés os cobran (no os asustéis, será muy elevado), y hacer una estimación.
Por tanto, la empresa en la que estáis contratados os paga la nómina, pero, en realidad, ¿para quién trabajáis?. Si no somos capaces de ahorrar, es decir, de pagarnos a nosotros mismos, posiblemente estaremos trabajando para:
- La Seguridad Social
- El Estado
- Los bancos y demás entidades financieras
La única manera de salir de la rueda es conseguir controlar nuestra economía, reducir gastos, ahorrar, y hacer que, paulatinamente, nuestro dinero empiece a trabajar para nosotros.