Hace unas semanas nos dejó Louise Hay, pionera de los libros de autoayuda. El encabezamiento de esta entrada del blog es un pequeño homenaje a una de sus obras más relevantes, «Usted puede sanar su vida». Me he permitido parafrasear y llevar este título al campo que me ocupa. Con un proceso de cura financiera tú puedes sanar tus finanzas.
Entre los conceptos que se pueden encontrar dentro de sus diversos escritos, destacaría especialmente algunos. Por sorprendente que sea, se pueden aplicar de manera muy práctica también en el campo de las finanzas. Veámoslos:
- somos responsables al cien por cien de todas nuestras experiencias
- el momento del poder es siempre el presente
- en nuestros peores momentos, pensamos «yo no sirvo»
- sólo es una idea, y las ideas se pueden cambiar
Nuestros clientes saben que, de una manera u otra, lo que intentamos transmitir en acOnseguir está en esta línea.
1er punto de la cura financiera: todos nos equivocamos
Efectivamente, todos nos equivocamos. Y me gustaría añadir: ¿y qué?. No hay nadie que nazca enseñado y, al final, la vida no deja de ser un proceso de aprendizaje.
Lo importante es tomar conciencia de cuáles han sido las equivocaciones y qué se puede hacer para no repetirlas. No sirve de nada quejarse.
Por el contrario, sí es muy bueno hacer un repaso de todas las cosas de las que estamos satisfechos en nuestra vida. Y agradecer que contamos con ellas. Esto nos da energía para encarar retos que hasta el día de hoy no hemos sido capaces de superar.
2º punto de la cura financiera: el momento es ahora
La procrastinación consiste en dejar para más adelante acciones o actividades que se deben atender por otras más irrelevantes y agradables.
Puedo entender que pasar un par de horas analizando las propias finanzas no es una actividad apetecible para la gran mayoría de la gente. Pero también puedo afirmar que la toma de conciencia de que esta inversión de tiempo aporta resulta de gran ayuda.
El cambio comienza en el momento que decidimos ponernos en marcha, ya menudo el éxito pasa por modificar algunos hábitos y adoptar otros nuevos. No es cierto que «no servimos», todo es cuestión de entrenamiento: al principio, habrá que estar atento para no repetir costumbres que hasta ahora nos han perjudicado. Sin embargo, a medida que vamos avanzando los nuevos hábitos se convertirán en mecanismos de cura financiera.
3er punto de la cura financiera: coaching financiero
A menudo es más fácil analizar un asunto cuando no se está directamente implicado en él. Por este motivo, recibir un buen acompañamiento en el proceso de análisis es un fantástico apoyo, porque ayuda a no desfallecer y aporta una visión del problema «desde fuera».