Seguramente muchos sabéis como acaba la frase que encabeza esta entrada del blog, es relativamente famosa: «No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita». Desgraciadamente, muchas veces se olvida, y los números que me pasan algunos de mis clientes me la recuerdan a menudo. Por tanto, hoy he querido dedicarle una atención especial.
¿Cuántos de vosotros desearíais contar con unos ingresos de más de 10.000 euros mensuales? Os sorprendería saber que he tratado con algún cliente que bordea esta cifra y que tiene problemas, ya no sólo para ahorrar, sino para llegar a fin de mes?
En muchas ocasiones, el problema no son los ingresos. Os pondré un par de ejemplos.
El primero es bastante habitual. Una persona persigue durante meses (o años) un aumento de sueldo, y finalmente lo obtiene. Lo más probable es que este incremento de salario tenga un destino incluso antes de conseguirlo. Como consecuencia, el escenario resultante suele ser similar a la anterior de la mejora salarial: si el patrón era ir al día, se seguirá yendo al día, y si se ahorraba, posiblemente ahora se ahorrará un poco más. Y si los números no cuadraban, seguirán sin cuadrar. ¿Os sentís identificados con esto?
El segundo también es común. Os encontráis un amigo que sabéis que tiene una nómina bastante más elevada que la vuestra, y os comenta que se le ha estropeado el coche y que ha sudado para conseguir el dinero que costaba la reparación. ¿No os habéis visto nunca preguntando en silencio cómo puede ser que esa persona, con el sueldo que tiene, sufra este tipo de problemas ?. E, incluso, ¿no os habéis dicho para vosotros mismos que si ganarais tanto dinero como él eso no os pasaría?
Insisto: a menudo el problema no son los ingresos, son los gastos. Si asumimos que difícilmente se puede mejorar el sueldo sin un cambio profundo en nuestras creencias (cambio que merece un capítulo aparte), no nos queda más remedio que trabajar sobre los gastos. Y tomar conciencia sobre dónde va a parar el dinero que entra en casa es fundamental para tomar decisiones que nos hagan sentir más cómodos sobre cómo destinamos lo que ganamos.
¿Quieres que te ayudemos a analizar tus gastos?
Volvamos a la frase inicial: «No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita». Y la redondeamos con un hecho demostrado: cuando gastamos más que los que podemos gastar, aunque sea unos pocos euros, nos vemos obligados a endeudarnos o reducir los ahorros de los que disponíamos. Si esto lo hacemos de manera recurrente, tenemos un problema, porque a más o menos largo plazo la situación es insostenible.